La música despierta en mí fibras que muchas veces hecho el cancherito digo «no, ya está todo superado». Y resulta que no, que cuando resuenan las primeras melodías de determinada canción, toda la emoción aparece, el tiempo pierde su línea y estoy ahí viviendo una escena, una despedida, un desengaño y claro, también lindos momentos. Saudade pura.
Mañana cumplo 31 y como si mi cuerpo supiera que tendrá un año más, me ha removido muchas cosas en estas semanas. Recuerdos, metas, sueños, sentimientos. Hoy, el cuerpo «ha pedido» escuchar esta canción. Es como si necesitara de una buena dosis de la voz de Maria Rita. Me encanta especialmente en este video, susurrada, melancólica al inicio; arrebatada, enojada, después. Me remonta a unos ocho años atrás y con esta canción he tenido recuerdos diversos, tristes, alegres, grises, rojos. Curiosamente la primera versión que escuché de esta canción fue de María Rita cantando con su padrino, el genial Milton Nascimento. Dos emociones diferentes. Y hoy no quise la versión a duo, hoy quise a Maria Rita, sola para mis oídos.