Siento un placer culposo por las librerías. Culposo porque siempre termino comprando y mi lista de libros por leer aumenta de forma exponencial. La verdad no puedo evitarlo. Es uno de mis puntos obligados cada vez que visito una ciudad, ya que los libros son una forma de entrar y conocer una ciudad, un país. De modo que no podía dejar de visitar librerías en Santiago. Estuve en varias pero quedé gratamente impresionado con la librería Antártica, en la sucursal del shopping Costanera Center.
Además de tener una gran variedad de libros, el ambiente de esta sucursal es increíble. Da la sensación de estar acobijado por los libros, la decoración de los estantes invita a mirar, a sentarse. Aunque la música es la típica de las librerías (un jazzito chill), recorrer los pasillos fue para mí como entrar en un parque de diversiones. Cada rincón proponía una experiencia estética distinta. Ni qué decir de la gran columna en madera que se une al techo y que es el emblema de esta sucursal de Antártica.
Me llamó mucho la atención la historia de la librería. Aunque actualmente es la cadena de librerías más grande de Chile, empezó en 1958 como una importadora y distribuidora de libros. Ya en el 1977 lanzaron su imprenta, lo que dio lugar a que dos años más tarde se creara la editorial Antártica. En 1981 aparece Antártica formalmente como librería en el parque Arauco De Santiago. Desde entonces, la librería ha ido creciendo y tiene varias sucursales no solo en la capital chilena sino en Temuco, Antofagasta, Concepción, Viña del Mar. También ofrece la opción de hacer compras por internet.
Me quedé con ganas de conocer el local principal donde comenzó la librería en el parque Arauco. Si viajan a Santiago no dejen de visitar esta librería. El solo hecho de entrar ya vale pena, aunque es mejor si se compra algún clásico de literatura chilena.