El adiós debe llegar

No te reconozco. Te veo marchito, aferrado a la vida con un sinnúmero de tubos. Apenas vislumbro un atisbo de ti en tus ojos, con los que tantas veces me hiciste sentir protegido. Ahora soy yo quien debo cerrarlos para siempre mientras los míos se inundan de dolor y mi pecho se ahoga entre recuerdos y fotos en sepia.

Autor: saudade86

Master en Comunicación Audiovisual. Profesor, generador de contenidos, viajero. Apasionado por los idiomas. Saudade Pura.

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: