Las máscaras venecianas son escenarios móviles que esconden el horror de unos ojos sin rostro…
Aquellas historias edulcorantes habían terminado por agriarle el corazón. No se volvió hosca, solamente más alerta…
Ese creador ni siquiera podía ser fiel a sus letras. Las mañanas se las dedicaba a Alicia, las tardes a Lucía y por las noches, ya cansado, prefería solazarse escribiendo sobre sí egocéntrico espíritu…