Como meta del 31 de diciembre de 2013, me propuse que el 2014 sería el año de mi tesis y titulación de magíster. Aun cuando a momentos parecía que la realización de tal objetivo parecía imposible, seguí adelante llevado más por la intuición que por la razón. Como resultado, el 22 de diciembre, faltando 9 días para el final del año, hice mi defensa de tesis con el título correspondiente. Ya sólo por eso valió el 2014. Jaja.
Mirando en retrospectiva fue un año difícil, de incertidumbre, de sacrificios, pero también en el que conocí a personas maravillosas, en el que se presentaron oportunidades laborales interesantes, de esas que más llenan el espíritu que el bolsillo. Me tocó aprender y crecer rápido en áreas de las que apenas tenía un superficial conocimiento. Este año fue un tiempo de dejarse llevar por el corazón, por los instintos y caminar teniendo la certeza de que los caminos se irían abriendo por añadidura.
Hoy es un día para agradecer, por el año que se va y por el que viene. Medio planeta celebra el inicio de una nueva etapa, así que a poner energía positiva al unísono.
Gracias a todos los que formaron parte de mi 2014.
¡Feliz 2015 para todos!