Calles, deseos, esquinas dolientes, desconozco los medios con los que la primavera
fibrila la aridez del invierno. Tampoco me interesa saberlo. Ya filosofé e intelectualicé…
Y perdí…
Me va mejor ser personaje de telenovela y no de peli.
En la peli soy un extracto, un fotograma. En la telenovela, me vuelvo un culebrón,
reiterativo, bicicleteo en un sinsentido que me permite divagar hasta cuando el villano
de turno me invita a una supuesta batalla final.
Y ahí empiezo a hablar mexicano…
Me congelo en verano, el sudor que inunda la frente no es más que el frío concentrado
en mi pétrea glándula pineal. Debería ablandarla con azafrán y lavanda.
Tengo hemofilia. Me corto usualmente para beber de mí.
No quiero que me ames, lo hago yo mejor que vos. Si los errores en las ciencias duras son fatales
en las del amor son tragedia griega.
Y no, no puedo escribir más que de nosotros…
O mejor, puedo, pero me sale mejor el papel de evocador…