Me he descuidado. Quiero decir, ando repartido en tantos roles en los que comparto millares de objetivos, que de alguna manera he descuidado ciertas cosas. A veces una imagen, una canción o una mirada obligan a observar, a ver fuera de sí mismo y simplemente ‘mirar’.
Las señales van apareciendo, se manifiestan sin un mayor conflicto. Todo está ahí, tan evidente cuando parecía tan complicado, tan lleno de retórica. En fin, hay muchas letras que han quedado en el ambiente y no puedo decir ‘perdidas’, sino ‘olvidadas’ que es aun peor, porque teniendo conciencia de su existencia, las he dejado suspendidas.
Y es así como llega un ahora, un presente y debo escoger entre mis libres elecciones (¡Maldito Sartre!). Entre todas estas disyuntivas en las que me encuentro inmerso, he vuelto a recordar Buenos Aires, ese bullicio, ese aroma que no escapa de mi memoria. Te extraño amada, me haces falta y extraño también ese yo que fui mientras me acogías tiernamente en tu regazo.