A y B están en una pequeña sala alfombrada. La iluminación se limita a la chimenea encendida que calienta esa gélida casa en medio del páramo y a la mortecina luz de la luna debilitada por los nubarrones atrevidos.
B observa el fuego de la chimenea. La vida se le antoja despreciable. Prefiere ignorar a A.
A se pasea por la sala sin desesperación. Intenta buscar las palabras para iniciar la conversación. La anterior había sido caótica y terminó en golpes. Ahora la táctica debía ser otra.
B daría todo por escaparse pero no puede.
A
Esto es lo mejor. Debíamos huir…
B
(sin apartar la mirada del fuego)
Tú debías escapar, yo no… Yo no hice nada!
A
Si me dejabas ir, te iban a atrapar y de alguna manera darían conmigo!
B
Nuestras vidas no están concatenadas como siempre has creído.
A
Quieres más pruebas de las que te he dado? Preferirías saberte uno sólo, pero no,
lamentablemente nos tocó nacer materialmente doble. No puedes olvidar nuestra naturaleza.
B
Yo decidí no ser tú. Busca tu vida.
A
La buscaré pero contigo. Juntos tendremos el mundo a nuestros pies
B enojado se levanta.
Dejemos esto así. No hay como hablar contigo!
A
Mírame, eso! Mírame! A quién estás viendo? A ti mismo!
A qué le tienes miedo a mirarte hacia adentro?
B
No me confundas con tu filosofía de bolsillo! No me convenzas
de lo que no existe. Por qué no te largas! Por qué no te vas?
B agarra un florero y se lo arroja a A.
B
Todo es culpa tuya! Te apareciste y empezó la desgracia!
A esquiva el florero
A
(enojado)
En realidad empezaste a vivir. Desde que estamos juntos ves la vida de otra forma. Antes la despreciabas, la creías vacía y te dejabas seducir por los placeres. Ahora los disfrutas igualmente pero los vives con mayor intensidad.
B
No te creas responsable de mis éxitos!
A
Llamas éxito al tener los minutos contados? Acabas de decir que soy tu desgracia!
B
Cállate! Para qué haces todo esto? Qué pretendes? Que te diga que te debo todo? No lo voy a hacer!
A
Acepta lo que viene. No te aferres a vivir sin mí.
B se lanza sobre A. Se golpean como en la escena anterior. A con mayor fuerza corporal que B, gana rápido la lucha.
A
No insistas!
He encontrado para los dos algo que nos unirá eternamente más allá de cualquier cosa: El miedo. No hay nada mayor que eso. No importa que me odies, que me quieras o que te sea indiferente. Siempre tendrás miedo de mí y eso no unirá para siempre. Donde quiera que vayas temerás encontrarme. Soy tu propio espejo, y en el siempre verás todo el veneno que llevas a adentro y que te está matando.
B
Me burlaré del tiempo, así eludiré a la muerte. Y aunque aparezca se desvanecerá.
A
Pobre de ti, que alimentas ese ego como fiera en cautiverio. Me dificultas el trabajo pero algún día lo mataremos por nuestro propio bien.
B se acerca a la ventana, mira la luna por unos segundos. Un viento frío del norte los despeina un poco y le hiela los labios brevemente.
B
Haz lo que quieras, pero no soy tú. Je est autre.
A sonríe complacido. Sabe que ha ganado una primera batalla. A lo abraza.
A
Donde vayamos estaremos siempre juntos… Somos las dos caras de una misma moneda, la ida y el regreso, el frío y el calor, la cordura y la locura. Nos necesitamos, no lo niegues.
B desempolva el piano que se hallaba en un rincón poco visible de la habitación. Con pena, resignación e invadido por una extraña nostalgia que le supo a manjar salobre, entonó una oscura pieza de Schubert.