El artículo a continuación, lo escribí pensando en una persona cuyo nombre omito y que hasta ahora creo que se encuentra en una encrucijada, en un camino que parece que no tiene salida. Pero en fin, el texto puede ajustarse a cualquier persona que se sienta en circunstancias parecidas…
Sólo la verdad te hace libre. Si la desechas, se va con ella la libertad y quedas atado a la mentira, que es la peor carcelera; vigila tus pasos y está ahí para azotarte ante cualquier intento de libertad. Para matar a la mentira, recurre a la verdad, pero debes pagar un alto precio para recuperarla. No oses jamás taparla, pues la verdad es orgullosa y le encanta exhibirse mientras que a la mentira le encanta disfrazarse de la Verdad. Es mucho más fácil complacer a la mentira que a la verdad, pero la mentira te empobrece lentamente y muchas veces sin darte cuenta. Es como un cáncer incurable que hace metástasis mientras que la verdad te cuesta pero te hace libre. Mejora tu apariencia y te hace liviano. Con la verdad no necesitas hacerte querer… Eres libre de quedarte con la que prefieras: Verdad o Mentira, pero ya sabes los riesgos… ¡Cuidado! Ambas pueden lucir incorruptibles y confundirte. Lánzate a la ruleta y escoge: Sólo tienes una vez y te quedas con la que salga, pero no te preocupes, las elecciones son renovables. La verdad y la mentira con el paso del tiempo, crecen, se hacen más poderosas y más seductoras. Ve entrenándote con la verdad y la mentira ahora, porque las pruebas del futuro son más difíciles, no desperdicies las pistas que se te dan…