Las letras fluyen y no fluyen en este mar blanco de incertidumbres que tengo delante. No sé quién soy y entre líneas y líneas de otoño busco el significado de todo lo que me sucede. La respuesta no llega y mientras, los párrafos de nostalgia se extienden cubriendo cientos de hojas donde están plasmados mis recuerdos, mis frustraciones y mis sueños. El papel lo soporta todo y es ahí donde está registrado lo que fui, lo que soy y lo que seré.
La energía se apodera de mí, mis dedos se clavan con fuerza sobre las teclas y se establece un acto mecánico de escribir y borrar lo que no quiero, lo que no me gusta expresar.
Aun faltan muchas primaveras y veranos por vivir, de los que luego sentiré una honda nostalgia que me llevará a escribir sobre ellos en mi más infinita soledad, teniendo como única acompañante fiel a la Nostalgia, quien nunca me abandona y siempre está ahí presente cuando la necesito para escribir mis letras, mis melodías…
La energía se apodera de mí, mis dedos se clavan con fuerza sobre las teclas y se establece un acto mecánico de escribir y borrar lo que no quiero, lo que no me gusta expresar.
Aun faltan muchas primaveras y veranos por vivir, de los que luego sentiré una honda nostalgia que me llevará a escribir sobre ellos en mi más infinita soledad, teniendo como única acompañante fiel a la Nostalgia, quien nunca me abandona y siempre está ahí presente cuando la necesito para escribir mis letras, mis melodías…