Transcurre otra noche más, con un cúmulo de sentimientos atravesados y un inmenso agradecimiento a una persona que ha estado conmigo en momentos muy buenos de esta nueva vida que tengo: Paulina.
No existen palabras para expresar lo mucho que significa ella para mí. Es mi mejor amiga, aquella en la que puedo contar y a quien siempre tengo presente. Gracias Paulina, por permitirme conocerte y ayudarte en situaciones decisivas. Juntos hemos forjado una linda amistad que durará para siempre.
Ahora estás pasando una etapa importante, de la que estoy seguro saldrás victoriosa. Eres luchadora, nostálgica, arriesgada, lejana y en cualquier circunstancia siempre has conservado un buen estado de ánimo. Muchas cosas habrían sido diferentes para mí si no te hubiera conocido.
Paulina, juntos compartimos tantos secretos. Agradezco una vez más tu confianza y debemos agradecer también por todo lo vivido. Son experiencias que nos ayudan a crecer como persona y asimismo nuestra amistad crece y madura.
No olvides que siempre estaré ahí para ayudarte, para oírte. Llama a la hora que quieras y ahí estaré yo. Piensa en mí y te daré una respuesta en pensamiento. A veces las palabras sobran. Eso es lo bueno de estar interconectados.
Gracias por todo, Isabela, Paola, Luna. Ya entraste a formar parte de las mujeres de mi vida. Aquellas luchadoras que tienen cualidades sobresalientes y de las que se nutren los personajes femeninos que escribo en mis novelas.
Y así termino emocionado esta pequeña demostración del inmenso cariño que te tengo. Ahora el cielo empieza a clarear. Otro día está por comenzar.
No te olvides: Amigos para Siempre!